La sociedad del año 2017 nada tiene que ver con la de hace 10 o 12 años. La revolución de todo lo que tiene que ver con la tecnología e Internet ha permitido cambiar la forma de proceder de las personas en un sinfín de aspectos. La vida parece más sencilla y las herramientas para simplificarla, mucho más cercanas. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Los cambios producidos en los últimos años implican adquirir nuevos conocimientos que no para todo el mundo resultan sencillos.
Uno de los ámbitos en los que más han cambiado las cosas en los últimos tiempos ha sido la educación. Nada es hoy como lo era hace apenas unos cursos. En las aulas podemos ver a los niños ser educados con nuevos materiales como ordenadores portátiles o tablets, lo cual les acerca un mundo lleno de posibilidades. Sin embargo, para llevar a cabo este modelo educativo se necesitan profesores que sepan desenvolverse en un mundo como el de la tecnología… y eso no siempre es fácil.
Quizá por eso sea cada vez más habitual ver en Internet anuncios de cursos destinados a profesores que buscan conocer más a fondo el entorno tecnológico en el que deben desenvolverse para realizar su trabajo. Estos cursos son impartidos por diferentes entes: unos por el Estado, otros por los colegios privados o concertados y algunos otros más por academias. Organizar estos cursos es una buena idea porque normalmente los objetivos se consiguen y como recompensa los organizadores reciben un pellizco de dinero.
Sin embargo, existe un margen de mejora. La formación que se ofrece a los tutores en este aspecto es básica y no siempre eso basta. Es necesario preparar al profesorado para un futuro cargado de posibilidades en lo que al sector tecnológico se refiere. Sus conocimientos serán, a fin de cuentas, los de las generaciones venideras y esa puede ser la base del desarrollo posterior de la tecnología.
Para garantizar una formación completa a esos profesores, es necesario que esas academias, centros privados o el mismísimo Estado les ofrezcan la mejor bibliografía. Por muy dependientes que seamos hoy en día de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), un buen libro siempre es útil y permite hacer más fácil la comprensión de muchos de los temas que se abordan. Ediciones Aljibe es un arma perfecta en este aspecto. Tratándose de una editorial con una clara vocación sociológica y pedagógica, proporciona manuales idóneos para que los profes se adapten a las necesidades del nuevo mundo que les rodea.
Una editorial como Ediciones Aljibe dispone de un manual como, por ejemplo, el denominado Tutor 2.0, escrito por Miguel Fernández Jiménez y por Esther Mena Rodríguez. Gracias a él (entre otros muchos más) el profesorado podrá comprender cómo funcionan los complejos sistemas informáticos de hoy en día, sus aplicaciones y un montón de conocimientos acerca de la tecnología que rodea a las aulas. De este modo no sólo podrán descubrir a los menores las fantásticas posibilidades que tienen al alcance de la mano para aprender, sino que también les prepararán para desempeñar cualquier trabajo en el futuro dada la dependencia que hay en todas las empresas en relación a las nuevas tecnologías.
Un profesorado más apto
A aquellas entidades privadas dedicadas a la educación no les viene nada mal que sus profesores comiencen a adquirir conocimientos en una materia como tal. El capital humano es indispensable para empresas así y que su plantilla de profesores tenga conocimientos de informática y tecnología no hará sino mejorar y potenciar su imagen de cara al exterior. Eso se traducirá en una mejor valoración por parte de la sociedad y, muy probablemente, en un aumento de la demanda de sus servicios y por consiguiente de sus beneficios.
Apostar por la educación es hacerlo por el futuro. Y para dotarle de los mejores recursos a los alumnos, primero hay que potenciar a los profesores. Sólo con un libro puede ser suficiente.