Estamos en un momento en el que elementos como lo son la publicidad o el marketing se han convertido en elementales para las empresas. Es cierto que cuestiones como estas ya eran importantes para una entidad en el pasado, pero las cosas han cambiado mucho y ahora hay muchas formas de implementar esas cuestiones, unas muy malas y otras realmente interesantes. Ya no vale con hacer publicidad y con gastarnos un determinado montante dinero en ella, sino que hay que hacerla bien, teniendo en cuenta los canales en los que se puede encontrar una mayor parte de nuestro público.
Y, en los tiempos que corren, para la mayoría de las empresas sus principales públicos potenciales provienen de Internet. El número de usuarios de esta herramienta ha crecido de una manera exponencial en los últimos tiempos. No es para menos: la red nos ha permitido que el acceso a la información sea mucho más sencillo que en cualquier otro momento del pasado. Y ocurre lo propio con el entretenimiento. Con estos factores, a nadie nos sorprende el apogeo que está teniendo Internet. Y hay que decir que todavía le queda margen para seguir creciendo más y más.
Pero tenemos que decir que apostar todo lo que tenemos a una sola carta como lo es Internet es un error. Hay un modelo de publicidad y de marketing tradicional que es muy potente todavía en los tiempos que corren y que, además, no va a perder ni un ápice de competitividad en los momentos en los que nos encontramos. Hablamos de la potencia que nos otorga un asunto como lo es la rotulación de vehículos, que es de lo más habitual en la actualidad. Y es que las empresas que disponen de una flota de vehículos la aprovechan, como es natural, para expandir su imagen.
Cuando comenzó a desarrollarse este asunto, lo habitual era encontrarse logotipos y eslóganes en las superficies de esos vehículos. Eso se mantiene en la actualidad puesto que es básico para la promoción de una determinada entidad, pero ahora se ha añadido un elemento más. Hablamos de rotulaciones que hacen referencia al carácter ecológico de esos vehículos, que en muchos casos son híbridos o eléctricos. Y es que la responsabilidad social corporativa de muchas entidades se ha destapado como una de las grandes apuestas para el presente y el futuro de cada una de nuestras empresas.
Todas las nuevas flotas de vehículos de las empresas españolas disponen de una rotulación que ya hace referencia a su responsabilidad social corporativa, uno de los elementos que las empresas intentan desarrollar con más vehemencia. Según lo que nos han comentado los profesionales de Transportes Cars, especializados en el transporte de vehículos y que se han encargado de transportar flotas de vehículos de diferentes empresas, cada vez son más las empresas que aprovechan el carácter híbrido o eléctrico de sus vehículos para demostrar al mundo su apuesta por el medio ambiente. Es una estrategia de marketing de las más recurrentes en los últimos años.
Algo habitual en las empresas de todos los países
Se trata de estrategias que se han implementado en el mundo entero. Aunque bien es cierto que fueron las empresas de Estados Unidos las que comenzaron a desempeñar este tipo de labores, lo cierto es que, como pasa con otras muchas cosas, la voz y la acción se extendieron muy rápido. En la actualidad, buena parte de las empresas españolas se encargan de promocionarse a través de estos medios. Y la verdad es que los resultados que esto proporciona deben estar siendo muy buenos ya que nadie está dejando de lado este tipo de técnicas.
Teniendo en cuenta que la responsabilidad social corporativa es tan importante en los momentos en los que nos encontramos, no nos cabe la menor duda de que la apuesta por cuestiones como el medio ambiente o como el apoyo a los grupos de población más desfavorecidos van a seguir siendo una realidad de cara a los próximos años. Y esa, desde luego, es una muy buena noticia de la que esperamos que todas las empresas, no solo españolas, sino del resto del mundo, formen parte.
Elementos como el marketing y la publicidad siguen siendo realmente importantes para todas las empresas, con independencia del sector de actividad al que se dediquen y con independencia de si son más grandes o más pequeñas. Y la verdad es que cualquier elemento puede ser bueno para desarrollarlas si tiene eficacia. Internet es una gran fuente de promoción, eso está claro. Pero, como apuntábamos antes, jugarnos nuestra estrategia en Internet al 100% es dejar de lado los elementos más potentes de la publicidad tradicional, que ya no son ni las cuñas de radio ni los anuncios en periódicos, pero que encuentran en nuestras flotas de vehículos un soporte con una visibilidad enorme.